viernes, 2 de noviembre de 2012

Despedida.

Bueno, mis amores, voy a dejar la novela, a mí me encanta, pero la cuestión es que no voy a subir para que nadie le preste atención. Nadie me anima para que siga con la novela con los comentarios y me he cansado.
Entre que tengo bastantes problemas y entre que ya no tengo mucho tiempo lo voy a dejar.
Siento mucho las molestias, en serio, y dejarme un último comentario.
Muchas gracias. <3

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Capítulo 15 Stay ~ Strong


 

CAPÍTULO 15

 

Se me hacía difícil estar allí, encerrada, sin poder salir a la calle. Mis días eran monótonos todo era igual. Me despertaba, desayunaba con Andrea, salía al jardín, a estar sola, a pensar. Había encontrado el sitio perfecto, no solía ir nadie y eso ya lo hacía perfecto. No hablaba con Zayn, en general con nadie, no quería hacerlo. En los años anteriores me había acostumbrado a pensar, a estar sola, a no necesitar a nadie.  Un día leí un mensaje que ahora es mi temática, la frase que me ayuda a superar todo. “Sometimes you have to be your own hero.”

Hora me encontraba allí, en mi sitio, sentada con las piernas contra el pecho mirando el atardecer. Echaba de menos eso de hablar en español con la gente, echaba de menos este calor, este paisaje. Y ahora que estaba aquí no los podía disfrutar.

Noté como algo se acercaba despacio, con indecisión, mire hacia detrás y era una niña, una niña pequeña de 5 años. Me miraba con miedo, con los ojos llorosos.

-      Siéntate. –Le dije yo dando golpecitos al suelo.

La niña se sentó en mi misma postura, esa postura que coges cuando tienes miedo, cuando solo te tienes a ti misma. Me acerque hacía ella, ahora yo era la que tenía miedo, la que sentía inseguridad y al mismo tiempo sentía como si tendría que protegerla, como si fuera mi hermana pequeña. La abrace, me miro y echo a llorar, la cogí y se acurruco encima mio, en postura de feto, sin parar de llorar.

Desde entonces hice una excepción, la niña y yo estábamos todo el tiempo juntas, nos hacíamos compañía. No tenía que hablar con ella, por una parte porque era sorda desde pequeña y por otro porque ninguna de las dos lo quería. Solo por estar la una al lado de la otra nos hacíamos compañía, la presencia de una persona trae más compañía que cualquier palabra.

 

Pasan las semanas y nada cambiaba, desde que llegamos ningún policía ha venido a darnos noticias sobre nada, ni nadie. Todo el mundo me daba esperanzas, me intentaba tranquilizar, pero los que lo hacían normalmente eran los que más tiempo llevaban allí, y eso no ayudaba.

Pasaba las horas pensando, pensando y pensando, en nada en concreto, si no que en general y sobre todo. Hasta que un  día todo cambió.

Llegaron los policías y se llevaron a Zayn, no me dijeron nada pero se lo llevaron arrastras.

Lo único que me dijo él fue “Confía en mi, enana”.

Pasaron dos semanas aproximadamente y todavía no tuve noticias de él.
-----------------
Siento no escribir y lo que escribo sea corto, lo siento. No estoy en mi mejor momento y no tengo ganas de escribir, intentaré que la siguiente sea más larga. Comentadme porfavor, que eso me alegra mucho.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Capítulo 14 Saty ~ Strong


CAPÍTULO 14

Me desperté gritando y tuve el mismo sueño que siempre, otra vez. Eran las seis de la mañana pero yo no podía esperar más, tenía que irme. Me levante sin hacer ruido de la cama cogí unos pantalones, una camiseta de “Nirvana”, unas converse viejas, y una sudadera.

Me vestí por el pasillo y empecé a buscar el dinero por todas partes pero no lo encontraba, Zayn lo había guardado en alguna parte.

-      No lo vas a encontrar. –Dijo Zayn apoyado en la puerta, serio.

-      Dame el dinero, tengo que ir. –Dije yo andando hacia el con paso decidido.

-      Carol, espera. ¿No es mejor llamar a la policía y preguntar que ha pasado con las cartas y todo?

-      Llama, ya.

Andaba por la casa nerviosamente mientras Zayn llamaba a la policía de mi pueblo de España.

-      Hola, le quería preguntar información sobre algunas cartas que llegaron a sus manos hace un semana aproximadamente sobre un maltratador, del pueblo. – Zayn asentía mientras el de la otra línea hablaba.- ¿Y que a pasado? -…- ¿!Pero si tenía toda la información necesaria!? - ….- No lo entiendo. -…- Entonces, ¿necesitan a alguien que lo justifique y cargue contra el? -…- Vale, en unas horas nos tenéis allí. -…-

-      ¿Que te han dicho?- Me moría de los nervios y no paraba de comerme las uñas.

-      Dicen que si que leyeron las cartas, cogieron las pruebas pero que necesitan a alguien de testigo, alguien que declare y que lo tuvieron que soltar a las 48h.

-      Vamos. – Dije decidida.

Sin decir nada más hicimos las maletas recogimos todo salimos de la casa y nos fuimos hacía el aeropuerto.

Yo no sabía si lo que hacía era arriesgado para nosotros, lo único que tenía claro es que no podía dejar a esos dos niños y a Mariana en manos de ese cerdo, y si hacía falta declarar delante de él, y arriesgarme a que me pasará cualquier cosa, arriesgaría.

En todo el viaje no cerré ni los ojos, estaba demasiado liada como para hacerlo, la cabeza no paraba de dar vueltas, y de cambiar de opinión.

-      ¿Seguro que lo quieres hacer?

-      Sí, eso creo.

-      Lo haremos juntos, tranquila. – Dijo cogiendo de la mano y apretándola suavemente.

Nos informaban de que el avión iba a aterrizar y que nos pusiéramos los cinturones, y eso hicimos.

Tardaron muchísimo en llegar nuestras maletas, parecía ser que se perdieron al sacarlos del avión, pero al fin las maletas estaban en nuestras manos.

Nada más llegar coger las maletas llamamos a la policía y nos vino a buscar un coche policía.

Pararon delante de la puerta y un agente salió fuera.

-      Hola, somos Zayn y Carol.

-      Métanse al coche, y les llevaremos a la oficina.

Entramos en el coche, y en todo el viaje ninguno abrió la boca, yo tenía demasiadas cosas que pensar y los policías eran demasiado serios. Al final llegamos y entramos en la oficina del jefe “García”.

-      Hola, ustedes deben de ser Zayn y Carolina.

-      Exactamente. – Dijo Zayn estrechándole la mano.

-      Encantada. –Dije yo haciendo lo mismo.

-      Cuéntenme todo lo que saben.

Ahí empezó cuando yo tuve que contar toda mi historia en esa monstruosa casa y sin faltar la llamada en la que decía que tenía a Mariana y a los niños y si no iba ya los mataría.

Después de terminar nos dijeron que tendríamos que esperar que miraran a ver si las pruebas y lo que yo decía en la carta y lo que acababa de decir cuadraban. Nos tuvieron en la sala durante horas y horas. Hasta que uno agente nos dijo que le acompañáramos.

Nos llevaron a una casa, supuestamente con testigos protegidos, y nos dijeron que ahí estaríamos a salvo. Nos quedaríamos allí hasta que encontraran a mi “padre”.

Nos toco un cuarto para los dos, la casa tenía tres plantas. La primera planta el salón, la cocina, el comedor, un baño, una sala de estar y la despensa. La segunda y tercera planta estaba llena de habitaciones con testigos protegidos, algunos llevaban días, otros meses y otros años.

Como ya era tarde Zayn y yo decidimos irnos a acostar pero primero una mujer, la encargada de la casa nos paso los horarios de las comidas y las duchas. Al día siguiente tendríamos que estar en el comedor entre las 8 y las 10, así que tendríamos que madrugar bastante.

En toda la noche no dormí nada, estuve dándole vueltas pensando en donde podría estar el asqueroso ese, un lugar donde podría esconder a una mujer y dos niños, si es que de verdad los tenía y no era una trampa. Mire el reloj y eran las ocho, decidí bajar ya que no tenía nada que hacer y a esta hora no pensaba que habría nadie en el comedor, aunque me equivocada, me encontré a dos muchachas iguales sentadas una junto a la otra mirando el plato y removiéndolo con el tenedor, no tenían buena cara.

Cogí la bandeja y pase a por comida, había un poco de todo así que me cogí un cazo de leche y cereales y me senté un poco apartadas de ellas para no incomodarlas.

Miraba hipnotizada la cuchara hasta que noté como alguien se sentó delante mio.

-      ¿Eres nueva? –Me pregunto mientras cortaba su manzana.

-      Sí.

-      Mmm otra nueva, cada vez viene menos gente y se van más. ¿Cómo te llamas?

-      Carolina, pero me puedes llamar Carol, ¿tú?

-      Andrea, encantada.

-      Lo mismo digo.

-      ¿Desde cuando estas aquí?

-      Llevo aquí 9 meses más o menos.

-      Oh.

Y ahí se quedo toda la conversación se veía que nadie quería hablar y nadie lo hizo.
------------------------

Siento muchismo no haber escrito nada en todo el verano, pero es que entre playa fiestas y partijard no he podido jajajaja, en serio lo siento. Espero que mi llegada os haya gustado y alegroda, y espero también que este capítulo os encante. Comentadme por favor os lo agredecería vuestros comentaríos que lo hecho de menos.

jueves, 2 de agosto de 2012

Capítulo 13 Stay ~ Strong


CAPÍTULO 13

Según el móvil el del mensaje era Niall, el chico que conocí en el aeropuerto. Decidí enviarle un mensaje respondiendo a su propuesta.

“Claro, quedamos mañana en el parque Hyde Park, es el único que conozco, a las 7.”
--
Me desperté temprano, con el sentimiento ese de que piensas que algo va a pasar, y no me gustaba nada.
Me dispuse a hacer el desayuno, unos sándwiches de jamón y queso, unos tres. Ya que Zayn siempre se levantaba con mucha hambre, café para él y unos yogures para mí.
-      Mmm, huele genial.-Dijo Zayn entrando a la cocina y cogiendo un sándwich.
-      ¡Quita!-Dijo dándole un manotazo en la mano.- Son para mi.
-      ¿Tantos?
-      Si.
-      Mentira, trae para aquí.
-      Que no. – Dije corriendo con el plato de sándwiches en una mano y un sándwich en la otra. Me pare en las escaleritas que había para ir al salón, unas dos y y me metí la punta del sándwich en la boca.
-      Serás… - Vino corriendo y yo todavía con el sándwich y se comió todo lo demás de un mordisco.
Nos quedamos a unos centímetros de distancia mirándonos a los ojos, mientras él tenía una mano en mi cintura, me acercaba cada poco a poco, hasta que nuestros cuerpos estaban pegados, sin espacio de por medio. Le mire los labios, esos labios preciosos que tenía de las que había estado enamorada hace un año tan solo, con los que soñaba todas las noches. Y fue el momento en el que me besó, hacía años que desearía esto, pero no sé lo que sentí aunque si fue atracción. Cada vez el beso era más intenso, más pasional. Me cogió en brazos, y yo le rodee con mis piernas su cintura sin dejar de besarnos abrió la puerta del cuarto y me tumbo en la cama. Sus labios bajaban por mi cuello haciendo que yo soltara varios gemidos hasta que me quito la camiseta. Le cogí la cabeza e hice que me besara los labios. Su lengua recorría toda y cada parte de mi boca y empezó a bajar hasta los pechos y me quito el sujetador. Yo no conseguía quitarle la camiseta así que al final lo hizo él. Nos desprendimos de toda la ropa y paro un momento, de fue por la puerta mientras yo miraba desconcierta hacía allí, y poco después vino con un preservativo en la mano, otra vez comenzó a besarme, paro y se puse el preservativo.
-      Tu eso, ¿para que lo querías? –Dije agitada.
-      Nunca se sabe lo que va a pasar. –Dijo volviéndose a tumbar sobre mí.
-      Ya sabes, es mi primera vez. –Dije a centímetros de sus labios.
-      Tendré cuidado.
Dijo volviendo a besarme pasionalmente. Hasta que por fin su miembro se introdujo dentro haciéndome sentir algo que nunca había sentido.
Estabamos tumbandos los dos en la cama todavía con la respiranción agitada. Me sentía rara.
-      No creo que haya sido la mejor idea.
-      ¿Tan mal a estado?
-      ¡No! Quiero decir, joder, es la mejor sensación que he tenido, pero no sé, no creo que sienta eso por ti.
Tras decir eso se empezó a reír muy fuerte.
-      ¿Qué pasa? –Le pregunté extrañada.
-      Que me pasa lo mismo. –Al oír eso me sentí aliviada, pero no pude evitar sentirme decepcionada de algún modo.
-      ¿Amigos?
-      ¿Amigos con derecho a roce?
-      ¡Zayn! –Dije pegándole en el hombro.
-      Vale… Amigos.
Y entonces el teléfono fijo sonó y corriendo me puse la primera camiseta que encontré y lo cogí.
-      ¿Si?
-      ¿Carolina? Hija de puta ven ahora mismo aquí, vuelve o mato a estos niños ahora mismo, sabes que soy capaz de hacerlo.
El solo oír eso hizo que cien lagrimas cayeran por mis mejillas y el corazón se me paraba. Apoyada la espalda en la pared me deslice hasta quedarme sentada con el teléfono en las manos. Estaba más asustada que nunca, ¿Cómo había conseguido coger a los niños si estaban con Mariana? ¿Cómo es que la policía no le había atrapado? ¿Cómo es que sabe i teléfono? ¿Cómo es que sepa donde estoy? ¿Cómo es que todo esto me pase a mí?
Zayn salió confuso de la habitación y cuando me vio así vino corriendo hacía a mí y me abrazo.
-      ¿Qué a pasado?
-      Jesús… Jesús a-a-caba de llamar diciendo que mataría a lo niños… si… si… no volvía. ¡Todo esto es mi culpa Zayn!- Dije gritando y echando a llorar.
-      Eh, eh, tranquila pequeña, no es tu culpa y no pienso dejarte ir. Voy yo y tu te quedas, ¿vale?
-      No, yo voy, me ha dicho a mi que tengo que ir, y voy a ir. –Dije levantándome del suelo y yendo hacía la habitación para recoger las cosas, coger el dinero e irme de allí.
Pero Zayn me cogió de los brazos.
-      Carolina, ¿no entiendes que no puedes ir? ¿¡Es que quieres que te mate!?
-      ¡Prefiero que me mate a mí que mate a esos niños!
-      Mira, haremos una cosa, te tranquilizas, duermes y mañana lo hablamos ¿vale?
Asentí indecisa, y me llevo en brazos a la cama. 

--------

Aquí tenéis el capítulo prometido, espero que os guste y que comentéis amores. Os quiero. 

lunes, 30 de julio de 2012

Capítulo 22 Stay ~ Strong


CAPÍTULO 12
Me habían hablado sobre sus vidas, de como se había conocido, y todo eso. Liam decía que sentía la necesidad de contarme cosas sobre él, ya que yo lo había hacho. Me empecé a fijar en el, tenía los ojos marrones y el pelo castaño claro, pero lo que más me gustaba era que cuando sonreía se le entornaban los ojos. Me parecía un encanto.

Me desperté por el sonido de mi teléfono, era un mensaje.

--
¿Podemos quedar? Así hablamos que tal te has alojado en tu nueva casa.

--
 La verdad es que no tenía ni idea de quien era, solo había una explicación, al cambiar de teléfono los números se me borraron.
Lo único que podía hacer era ir a la tienda y preguntar que podía hacer. Como llevaba la misma ropa del día anterior, me duche y me cambie de ropa. Me puse unos pitillos negros, una camiseta abierta por los costados hasta la cintura y unas Martins. Cogí las gafas de sol, el bolso y el móvil viejo y el nuevo, por acaso.
Cuando llegue a la tienda y no lo veía pregunte por él.
-      ¿A quién te refieres?
-      Es que no se su nombre, tiene el pelo rizado ojos verdes…
-      Harry, Harry Styles quién si no. – Me cortó el antes de que pudiera terminar. – Esta en ese cuarto, como siempre.
Toque la puerta y entre.
-      Hola.- Dijo el con su sonrisa habitual.- ¿Que quieres? ¿O solo has venido a verme?
-      No imbécil, he venido porque los números se me han borrado, y no me aparece ninguno.
-      Con lo negada que eres seguro que ni siquiera los guardaste en la tarjeta Sim.
-      Te iba a reprochar lo de negada, pero ahora me doy cuenta de que no tengo ni idea. – Se rió, y me cogio el teléfono.
-      ¿No se te habrá ocurrido traer el móvil viejo no?- Me pregunto con tono irónico.
-      Pues si listillo. – Lo saque con cara burlona y se lo di.
-      Todavía no sé tu nombre. – Dijo sin dejar de hacer cosas en el móvil.
-      Y ¿para que lo quieres?
-      Porque me da la impresión de que vas a ser una clienta habitual de esas que vienen con escusas de problemas solo para verme.
-      Tú eres idiota. – Dijo reprochando hasta terminar riéndome con el.
-      Ya veras, dos visitas más y ya no podrás vivir sin mi.
-      Te lo tienes creído, tú.
-      Me lo ganaré, será fácil.
-      Que te lo crees.
Siguió haciendo cosas raras en mi móvil, sacando la tarjeta de una y metiéndolo en el otro, andando en ese y luego vuelta a la otra.
-      Tu lo que estas haciendo es ganar tiempo para que este aquí.- Le dije con mirada asesina.
-      Me has pillado, pero no tendría que hacerlo si me dieses una cita. –Me reí ante aquello.
-      ¿Tan malo eres pidiendo citas?
-      No, la verdad.
-      Pues hoy sí.
-      Pues dime tu número y verás como al final me das una cita.
-      No, investiga, y gánate la cena.
-      ¿Dónde vives?
Se lo apunte en un papelito que tenía allí y me fui de aquella tienda con una sonrisa de idiota estampada en la cara.

-----------------
 Se que es corto, pero estoy teniendo varios problemas personales y son fiestas pero prometo subir pronto. Un beso y gracias por leer.

domingo, 29 de julio de 2012

:)

Holis, no haber subido nada en estas semanas, pero estaba de vacaciones. Hoy me quedaré en casa y escribiré haber que me sale, mañana como mucho tendréis un capítulo nuevo subido. Os agradezco que leáis la novela y me alegro de que os guste. Y a las nuevas lectoras, me he cambiado el nombre del twitter, ahora me llamo @yonkiedeel. Si queréis que os avise decírmelo AQUÍ. Un beso.

miércoles, 11 de julio de 2012

Capítulo 11 Stay ~ Strong


CAPÍTULO 11

Me llevo a una cafetería de allí, a la vuelta de la esquina, yo me pedí un café y el un coca-cola.
-      Bueno, comienzo.- Me acomode en la silla, ya que eso iría para largo.- Yo vivía en una casa bastante pequeña con mi hermano, madre y padre, vamos algo normal. Pero lo que pasaba es que mi padre era drogadicto y mi madre alcohólica, los años de mi infancia no eran nada malos, tenía amor y todo lo que quería ya que tenían bastante dinero, pero lo peor era que mi infancia y mis noches de sábado consistía en pinchar a mi padre, cuidarle para que no le diera ningún ataque y pelear con mi madre porque se le terminaba en licor. Para mi en ese momento era algo normal, mi hermano mucho mayor que yo no solía estar en casa ya que trapicheaba con drogas, también andaba en ese mundillo. – Tome un sorbo del café que tenía entre mis manos, y después mire al chico que tenía delante que me miraba con cara de concentración y con esos ojos marrones claros. Me volví a acomodar y proseguí. – Pasaron los años y nada cambiaba, solo que todo iba de mal en peor, nuestro dinero disminuía y parece ser que nadie se daba cuenta excepto yo, las dogas eran muy caras y el licor había subido. Empezamos a deber mucho dinero al banco, y a amigos. Mi hermano pedía mucho dinero, pero el dinero no es infinito, y se agota.
-      Recuerdo estar en mi habitación mirando el libro que tenía en manos, sin leer, hasta que oí gritos provenientes de abajo, salí de mi habitación y mire hacia abajo. Mi hermano estaba delante de mis padres gritando, recuerdo que gritaba “Necesito dinero, me matarán, lo necesito ¡YA!. Y mi madre le decía que no se lo ponían dar, que el dinero era para mi escuela. Pero el insistía hasta que subió por las escaleras y me metió en mi habitación a empujones y cerró la puerta tras decir que no saliera por nada del mundo. Seguido de eso oí como volvían a bajar por las escaleras rápidamente y mi madre gritaba “¿Que piensas hacer con eso hijo? Hijo, por favor no lo hagas, no tenemos dinero, por favor. ¡No!. Tras oír eso decidí salir de la habitación y mirar hacia abajo y vi a mi padre en el suelo con una raja en el cuello desangrándose, y mi madre andando para atrás y delante de ella mi hermano con un hacha. Mi madre suplicaba, suplicaba a su propio hijo que no la matara tras eso mi hermano le clavo el hacha que tenía en la mano en la cabeza.
-      Salió por la puerta sin decir nada, simplemente me miró a los ojos, y vi en ellos, odio, un demonio que lo controlaba un demonio llamado “las drogas”.
-      Pero, pero..- Dijo él desconcertado.
-      Espera todavía no he terminado.- Me bebí toda la taza que quedaba.- Seguido de eso no recuerdo mucho más, solo que en ese momento me levante cogí una manta de la sala y los tape a los dos juntos tumbados al lado, subí a mi habitación, cogí el teléfono y llame a la policía. Ni siquiera recuerdo haber llorado, era como si ni siquiera pudiese llorar, todo dentro de mí se rompió, se destruyo y no lloré. El trabajador social vino al día siguiente del funeral de mis padres, y me llevaron a un pueblo bastante lejos, a una familia de acogida. Eso tampoco fue nada bueno, sabes? En las películas lo pintan de rosa, una pareja con dinero acogen a una pobre chica de 12 años, que toda su vida a sido sacar a sus padres a delante. No, me acogieron una pareja, uno peor que el otro, el hombre era un borracho asqueroso, que lo único que hacia era pegar a su mujer, gritarle a su mujer y comer, beber, y ver la tele. La mujer estaba peor que eso, la mujer estaba tan pirada que pensaba que se merecía los golpes que su marido le proporcionaba, y vivía a su sombra, y tenían dos hijos enanos que estaban mal cuidados. Y me toco soportar las barbaridades de la mujer, y los maltratos y agresiones sexuales del hombre.
-      Y lo de cortarme, no se explicarlo muy bien, pero todo el dolor que tengo dentro no se puede solucionar, no hay tratamiento, y ver como de una herida sale algo físico, algo que se pueda curar, que se pueda parar, es como si todo eso superara al dolor que llevo dentro, es un dolor físico contra un dolor psicológico.
-      Tuve que sufrir todo eso durante seis largos años de mi vida que nunca volveré a tener, hasta que cumplí 18 y nos largamos de ese sitio para venir aquí.
-      ¿Nos?-Pregunto.
-      Si, cuando fui al nuevo pueblo, después de bastante me hice amiga de un chaval, todavía no sabe toda la historia, ni siquiera sabe la verdad, eres el primero en saberlo, y la verdad es que no me siento mal, es decir, me siento como si me hubieran quitado cien mil toneladas de peso. Me siento libre, libre de todo tipo de sufrimiento. Gracias.
-      En primer lugar, gracias por contármelo, en segundo ni me podía haber imaginado todo esto, todo ese sufrimiento , durante tus 18 años, yo pensaba que me dirías que tu novio te había dejado, pero no me imaginaba semejante historia.
-      Nadie se puede imaginar una semejante historia que nadie cuenta, que no hay pruebas de ello, y menos si nadie se atreve a hablar de ello, porque nadie tiene una vida perfecta ni nada parecido, pero si de verdad de propones en saber de la vidas de los demás, sabrás que mucha gente sufre, sufre de verdad, tiene problemas más graves que te deje el novio, tiene problemas graves que nadie conoce, y nadie conocerá.
Simplemente se levanto de su asiento, me agarró de la mano, después de pagar y salimos de esa cafetería, ya fuera sin mirar, sin hablar me abrazo, me abrazo fuerte, sabiendo lo que tenía entre brazos, sabiendo mi historia, sabiendo porque lo hacía, nunca supe que necesitaba un abrazo, nunca pensé que ese gesto me parecería tanto hasta que él me abrazo, y supe que los necesitaba.
Ese momento de debilidad, ese segundo de confort, salió un lagrima de mis ojos, una lagrima tras otro y otro hasta que no pude parar, era como si expulsara todo el odio, todo el dolor acumulado durante años, años de hacerse la fuerte. No sé cuanto tiempo estuve así pero al abrir los ojos estaba en una cama ajena, una cama que no conocía. Mire a mi lado, y me levante muy asustada hasta que alguien abrió la puerta y entró con una bandeja y con una sonrisa.
-      Hola.
-      ¿Donde estoy?
-      A Liam te trajo, dijo que te quedaste dormido en sus brazos y no sabía donde vivías así que te trajo.
-      ¿Quién es Liam?- Y en ese momento él entro dentro con una sonrisa, esa sonrisa adorable.
-      Ni siquiera nos presentamos.
-      Verdad. Soy Carolina, encantada. – Dije dándole dos besos a la chica.
-      Yo June, igualmente. Venga siéntate y como algo, que tendrás hambre.
-      Gracias.
Los dos se fueron de la habitación dándome espacio para comer, mientras comía pensaba en lo que hacía en que era la primera vez que no me despertaba por un grito, por una pesadilla, que ni siquiera soñé con lo de siempre. Me sentía bien, libre.
--- 
Y aquí esta el capítulo 11, y por favor os lo pido amoreeeeeeeeees comentar, que en la anterior solo tengo 5 comentarios, eso no puede ser. 
Os quiero, un beso xx.